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jueves, 30 de diciembre de 2010

EL HECHIZO DEL AÑO (LA NAVIDAD)


Mis mejores deseos en estos días tan “entrañables”. Como veis la palabra entrañables la escribo entre comillas porque no todos la disfrutan positivamente.

El destino nos maneja con su ruleta haciéndonos fuertes ante la adversidad, aunque realmente hay una lucha en nuestro interior entre el corazón y la razón que son el eje principal de nuestra existencia.
Disfrutemos de nuestros seres queridos, algún día nos dejarán como ya lo hicieron otros, unos por ley de vida, otros porque… bueno, quisiera tener una respuesta adecuada pero… no la tengo, por más poemas que escribo e intento inspirarme no encuentro el verdadero sentido de la palabra “por qué”. Es algo que se me escapa al igual que cuando coges un puñado de agua y, al abrir la mano, solamente ves las huellas saturadas por el paso del tiempo.

Con los años, para algunas personas la Navidad pasa a ser un rincón de soledad elegida para encontrarse con sus recuerdos (ese ser querido, ese paisaje que ya no existe, esas costumbres que pasaron de moda), y aun sintiendo ese nudo que atora nuestra garganta, sentimos la necesidad de abrir la agenda de la añoranza y refrescarla quizás con cuatro lágrimas que, a la vez que demuestran que sentimos, lo cual quiere decir que estamos vivos, también significan que estamos cuerdos.
Yo particularmente pienso que si perdiera mis recuerdos, perdería parte de mí.
No luchemos solamente por el presente y futuro. Luchemos porque el pasado nunca nos abandone, porque es lo que poco a poco nos ha ido marcando el camino, formándonos como personas, haciéndonos más humanos. Hemos ido aprendiendo de todo lo que nos rodea para llegar a ser quienes somos.

Ya que estos días son idóneos para serenar el corazón, yo le rezo a nuestro Niñito Jesús para que este mundo no se convierta en un lugar de almas deshabitadas de sentimientos.

La tierra sedienta de agua.
El hombre sediento de paz.
El Niño
Fuente de amor y bondad.

El hechizo del año (la Navidad), publicada en:
REVISTA DE LA “COFRADÍA PENITENCIAL Y SACRAMENTAL DE LA SAGRADA CENA”, DE VALLADOLID
Nº 85, NOVIEMBRE DE 2010
IMPRIME: SEVER-CUESTA. VALLADOLID
DEPÓSITO LEGAL: VA. 504-1987
Narrativa, página 8

2 comentarios:

sim only deals dijo...

i like this story very much.....

Anónimo dijo...

ADIVINA

Despierta un nuevo día.

A esta hora el sueño nos abandona
con las primeras gotas de rocío.
Empieza el día
y desde este lugar,
rodeado de murallas,
los rayos del sol
me dan los "Buenos días".
Yo les respondo
con una tímida sonrisa,
y ellos me dibujan
un trozo de paraíso en la lejanía.

Hoy te escribo
en la niebla de la aurora.
Hoy te hablo
sentado en los muros del alba.
Hoy en mis manos, sólo tengo,
el frío de tu ausencia,...
y mis lagrimas tienen
un leve sabor de esperanza.

¡Ay, amor ,
me duele amarte como te amo!
! Ay, corazón,
me duele mirarte a los ojos
y no cerrarlos ,al caer la noche,
con los besos de mis labios.

Hoy me lleno de tu presencia
desde la lejanía,...
y como niebla desaparece
el dolor de mi pena,
cuando te digo,...

Cuánto te extraño, alma mía.