I
Un año más
en mis ojos se calca
tu dolor.
Mis manos están vacías.
Mi corazón
henchido de emoción.
II
En su vuelo la gaviota
corteja la procesión.
Va huyendo de la neblina,
busca refugio de amor.
¡Acúnala, Madre,
que también es hija de Dios!
Ella surca el cielo
llenándolo de candor,
y va recitando a las nubes
para que guarden su furia.
¿La ves, Madre?
Va pellizcando las olas
para apagar tu dolor,
y en sus alas lleva escrito
un rosario de auroras.
¡No tengas miedo, Madre!
Es la pluma de la gaviota
dibujando halos de luz
para abrigar la palabra
digna de ser venerada:
PAZ.
¡Acúnala, Madre!, publicada en:
REVISTA “LA VOZ DEL RESUCITADO”
SEMANA SANTA 2003 – CARTAGENA
COMPOSICIÓN, MAQUETACIÓN E IMPRESIÓN: LOYGA. ARTES GRÁFICAS
REGISTRO DE PROPIEDAD INDUSTRIAL: M-2469943(8)
DEPÓSITO LEGAL: MU-684-1992
Poesía, página 54
1 comentario:
Bella composición poética.
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