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miércoles, 31 de diciembre de 2008

UN CANTO A ESE MARINO...


Cuando regresa a puerto
Un marino
Trae sin duda
Sus alforjas llenas de silencio,
Silencios que hablan
Y a la vez se hacen eternos.

En su diario
Impregnado de soledad
Lleva escritos los misterios
Que desvistieron su miedo,
Y un arco iris de sueños
Como broche tatuado.

Donde había tinieblas y llanto
Ahora se dibuja
Una corona de ocasos,
Auroras y amaneceres destellando,
Que ordenados paso a paso
Engalanan el calendario
De un hombre que se hizo a la mar
Y volvió cautivo de su belleza
Con el salitre en los labios.

La duda de Rosa, Un canto a ese marino..., publicadas en:
REVISTA “LA DUDA”, AÑO XV, NÚM. 14, MARZO 2008
PUBLICACIÓN ANUAL INDEPENDIENTE DE CARTAGENA Y SU SEMANA SANTA
IMPRIME: GRÁFICAS MASTIA
DEPÓSITO LEGAL: MU-221-1997
Poesía y narrativa, páginas 35 y 43

1 comentario:

supersalvajuan dijo...

Para los marinos son todo tinieblas.