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jueves, 16 de abril de 2009

¡ACÚNALA, MADRE!

I

Un año más

en mis ojos se calca

tu dolor.

Mis manos están vacías.

Mi corazón

henchido de emoción.

II

En su vuelo la gaviota

corteja la procesión.

Va huyendo de la neblina,

busca refugio de amor.


¡Acúnala, Madre,

que también es hija de Dios!


Ella surca el cielo

llenándolo de candor,

y va recitando a las nubes

para que guarden su furia.


¿La ves, Madre?

Va pellizcando las olas

para apagar tu dolor,

y en sus alas lleva escrito

un rosario de auroras.


¡No tengas miedo, Madre!

Es la pluma de la gaviota

dibujando halos de luz

para abrigar la palabra

digna de ser venerada:

PAZ.


¡Acúnala, Madre!, publicada en:

REVISTA “LA VOZ DEL RESUCITADO”

SEMANA SANTA 2003 – CARTAGENA

COMPOSICIÓN, MAQUETACIÓN E IMPRESIÓN: LOYGA. ARTES GRÁFICAS

REGISTRO DE PROPIEDAD INDUSTRIAL: M-2469943(8)

DEPÓSITO LEGAL: MU-684-1992

Poesía, página 54

1 comentario:

François de Fronsac dijo...

Bella composición poética.